sábado, 20 de abril de 2013

25. Cómo hacer una reconstrucción arqueológica dinámica y didáctica

Aquí no quiero ser maestro de nadie, dicho sea desde el principio, sino uno más de los que aportamos ideas para el desarrollo de un patrimonio sostenible y atractivo, que justifique ante la sociedad y ante nosotros mismos el recibir un cheque cada mes por trabajar en esto (por lo pronto, soy uno de los muchos que no ha cobrado en su vida por hacer nada relacionado con el patrimonio...). 

Estamos acostumbrados a ver cientos de reconstrucciones arqueológicas, algunas muy artísticas, otras demasiado técnicas, muchas magníficas y sugerentes, otras quizás repetitivas y algo cutres. Sin embargo, la inmensa mayoría de ellas son estáticas. "¡Pero si podemos ver muchísimas en movimiento, en espectaculares vídeos, qué diablos dices de estáticas!", me gritaréis. Tranquilos. Con "estáticas" me refiero a que realmente muy pocas nos muestran el paso del tiempo, la cuarta dimensión, de forma libre e interactiva. Aquellas que lo hacen sólo lo muestran en vídeos-documentales muy rígidos y medidos a golpe de metrónomo. 

En el siguiente vídeo muestro una alternativa que se basa sobre los pilares del dinamismo, la interactividad y el espíritu didáctico:



Se trata de una aplicación de uso muy sencillo mediante la cual se puede ir reconstruyendo paso a paso el Horno de Montesa, es decir, un horno de cal tradicional. Esto nos permite observar cuidadosamente las diferentes partes de las que se compondría uno de estos hornos, cómo se construía y, en definitiva, cómo funcionaba.

Vista del interfaz de la aplicación


Este tipo de visualización interactiva se podría aplicar a edificios más complejos... ¿Os imagináis ir construyendo de forma interactiva uno de los templos de la acrópolis de Agrigento, por ejemplo? O quizás levantar el propio Panteón de Roma y así entender plenamente cómo estaba construido. La verdad es que las posibilidades son infinitas.

Aplicaciones de este tipo, además, se podrían acoplar a un sistema de realidad aumentada que nos permitiera ir reconstruyendo paso a paso el edificio que tenemos delante con nuestro tablet o smartphone.



lunes, 15 de abril de 2013

24. Acceder a la estratigrafía 3D de forma sencilla e interactiva

Se acerca la fecha de la entrega del TFM y tengo que avanzar más en la visualización arqueológica del Horno de Montesa gracias al motor de juego Unity. Si tanto he criticado aquellos trabajos de virtualización que se quedan solo en una bonita fotografía, no puedo ser yo quien tropiece con la misma piedra. Es por ello por lo que he ideado una aplicación gracias a la cual observar cada unidad estratigráfica en el lugar de la excavación donde fue registrada. Esto nos permite ir activando o desactivando las diferentes UEs para estudiar su posición en el lugar donde fueron halladas y así poder comprender o cuestionar su interpretación. 

Vista de la aplicación. Vemos la excavación y, a los lados, la interfaz de la aplicación.

Para ello he desarrollado un interfaz provisional con los siguientes elementos:
  • Un indicador de los controles de movimiento (W,A,S,D) en la esquina inferior izquierda para facilitar a todos los usuarios -incluso a aquellos que no estén familiarizados con este tipo de aplicaciones- la interacción con el yacimiento.
  • Una lista de UEs acompañadas cada una de su letra clave mediante la cual se activa o desactiva la visualización de la misma. 
  • Un botón "Volver al menú" que permite, pulsando sobre él, regresar al menú principal que da acceso a las diferentes escenas. 
Aquí podéis ver un vídeo explicativo sobre la aplicación:



Existen, sin embargo, algunos problemas que todavía hay que solucionar, sobre todo en lo relativo a la lentitud a la hora de movernos por el yacimiento. Pero tranquilos, estoy trabajando en ello.

Hay algunos otros elementos que me gustaría incluir en la aplicación:
  • La cartela sobre cada UE indicando el número de la misma.
  • Una segunda cámara a la que poder cambiar cuando se quiera y que permita moverse con libertad de vuelo por el yacimiento, de forma que se puedan observar desde cualquier punto las diferentes UEs.
  • La posibilidad de acceder a la ficha de cada UE haciendo click sobre ella. 
La única pega que tienen estas mejoras -sobre todo las dos últimas- es su complejidad a la hora de programar los diferentes scripts que consigan que esto funcione. La arqueología virtual cada vez es algo más multidisciplinar que necesita la unión de las capacidades profesionales y ahora mismo, la verdad, no me vendría nada mal un informático. Hasta entonces, tengo que sacarme las castañas del fuego yo solo.

Vista de la aplicación con el nivel de la UE 310, es decir, del derrumbe de parte de la estructura del horno abandonado.

Espero que esta aplicación, y sus sucesivas mejoras, nos permita acercarnos un poco más al anhelo de todo arqueólogo: no destruir por completo el registro estratigráfico que estamos excavando. Como se ha dicho muchas veces, la excavación arqueológica es como un libro que se deshace poco a poco a medida que se va leyendo y nos corresponde a los arqueólogos la tarea de recordar, apuntar y registrar, toda la información que podamos. Sin embargo, no podemos quedarnos ahí. Es nuestro deber trasladarla tanto ya interpretada y elaborada -en forma de reconstrucciones históricas textuales o visuales- como en bruto -para que otros investigadores puedan tenerla en cuenta y para que podamos acercar el verdadero trabajo del arqueólogo a toda la sociedad-.

Creo que esta aplicación camina en ese sentido: intentar mostrar la reconstrucción 3D del registro estratigráfico de forma interactiva para facilitar la comprensión de nuestras hipótesis a otros arqueólogos pero también a toda la sociedad, poniendo así en valor nuestro trabajo.

Desgraciadamente, todavía no puedo hacer abierta y accesible la aplicación -por problemas de derechos y demás- pero en cuanto pueda no dudaré en hacerlo.



lunes, 8 de abril de 2013

23. Las ideas españolas, como los jóvenes, también emigran

Estos días estoy investigando el uso de la fotogrametría para el registro gráfico y el análisis en 3D de todas las UEs de una excavación. Sorprendentemente, he llegado a la conclusión de que fue un equipo español, dirigido por el museólogo y arqueólogo Luis Caballero Zoreda, el primero que aplicó esta técnica, adelantándose a su tiempo, en las excavaciones arqueológicas de la iglesia visigoda de Santa María de Melque (Toledo) desde 1996

La iglesia visigoda de Santa María de Melque (Toledo)


Hoy en día, esta metodología la usan prestigiosos grupos de trabajo italianos, estadounidenses, alemanes, etc., obteniendo grandes resultados y reconocimiento. Los españoles, sin embargo nos hemos quedado atrasados a este respecto. 

En cierto modo, esto es parte de la idiosincrasia académica española: se plantea una idea de forma experimental y tiene más eco en el extranjero, donde acaba creciendo y dando sus frutos, que aquí en España, su lugar de nacimiento, donde resulta rechazada por las esferas académicas más conservadoras. 

Estas ideas, las que parecen más fructíferas y buscan el progreso, tienen también que hacer las maletas como los jóvenes de hoy en día, que son rechazados por un sistema que no los soporta económicamente. El problema de las ideas está aún más arraigado ya que no depende de la Crisis: las altas cátedras de la Arqueología Española, en general, llevan mucho tiempo negándose a abrir las puertas a nuevas ideas, interpretaciones y caminos, buscando únicamente que los jóvenes perpetúen los campos de investigación ya añejos y, quizás, algo agotados, de sus maestros. Sería adecuado aplicar la técnica del barbecho para que esas áreas de investigación se recuperen y puedan retomarse con fuerzas renovadas más adelante, pero hoy en día es necesario un cambio.

Algunas imágenes obtenidas con una técnica en la que fuimos pioneros y que hoy todavía es rechazada por la mayoría de las instituciones arqueológicas del país.


Hasta que la investigación arqueólogica española, y hablo de aquella que normalmente se enseña desde las Universidades, no decida permitir el cambio generacional, abriéndose a los nuevos tiempos e hipótesis, esto se va a parecer más a una insalubre charca que a un río de conocimiento. 

Las imágenes son de este otro artículo de 2011 y también tratan sobre la fotogrametría aplicada a la estratigrafía en 3D, aquel campo de investigación en el que fuimos pioneros y al que obligamos a exiliarse


Parece que nuestro deber es recuperarlo, ¿no?

___________

Es de justicia, así mismo, que si alguien descubre una excavación en la que se pusiera en marcha este tipo de metodología arqueológica antes de 1996, lo haga saber por respeto y reconocimiento a sus ejecutores. Yo no la he encontrado. Además, hay que tener en cuenta que las excavaciones de Caballero fueron ejemplo, más adelante, para otras como las que se llevaron a cabo en la Catedral de Vitoria, siguiendo una metodología similar.

domingo, 7 de abril de 2013

22. El desconocimiento de la Arqueología Virtual

No importan las razones de peso que aportes ni las veces que lo hagas: para gran parte de los arqueólogos, la arqueología virtual siempre será cosa de modernos, enteradillos, frikis dentro de lo friki, y arqueólogos de segunda que no saben mostrar sus conocimientos escribiendo un artículo de verdad. Sí hombre, por ejemplo un artículo sobre la tipología de la cerámica de paredes finas del tercer tercio del siglo I a.C. en el área sur del litoral tarraconense según Mayet. (¡Ay!) Eso es Arqueología. Eso es Historia. Lo demás son paparruchadas de quien quiere y no puede. Juegos de niño muy bonitos pero desgraciadamente inservibles. 

O, al menos, eso es lo que nos quieren hacer creer. 

Estratigrafía visualizada con toda su información desde un sistema teleinmersivo, en un trabajo dirigido por Maurizio Forte. Como podéis ver, la arqueología virtual no son sólo reconstrucciones de vida alegre. Ni mucho menos.


Está bien, igual tampoco son tan extremos, pero todos me habéis entendido. En algo sí que tienen razón, pese a todo: nos achacan repetidamente que la arqueología virtual no es el fin de la Arqueología sino simplemente una herramienta, que las investigaciones de calado son las que se hacen como toda la vida, rebuscando entre libros, artículos y diarios de excavación. Y, como digo, tienen razón. De hecho, esto es algo que los que nos dedicamos a la AV llevamos diciendo mucho tiempo. Pero, ahora bien, cuando les hablas de las posibilidades científicas que tiene esta disciplina, el constructivo debate que se genera durante la ejecución de una reconstrucción virtual, las hipótesis que pueden completarse o modificarse con el estudio detallado de un escaneado láser o una estratigrafía tridimensional, etc., parecen hacer oídos sordos, defendiendo el honorable baluarte de la investigación tradicional a capa y espada. No quieren ver que la investigación tradicional es algo necesariamente compatible con la arqueología virtual. Es más, sin la primera no existiría la segunda, pero también es de justicia decir que la segunda puede enriquecer mucho a la primera. 

Uno de los grandes problemas, quizás en la raíz de esta especie de odio irracional a la virtualización de la Arqueología, es la confusión que existe todavía hoy entre "arqueología virtual" y "reconstrucción virtual". Y, del mismo modo, entre "reconstrucción virtual" y "reconstrucción", a secas. Aquí podéis ver dos vídeos que, pese a que dicen muchas verdades, confunden todavía "arqueología virtual" con "reconstrucción virtual". El todo con la parte.




Pero, ¿por qué se comete este error? ¿cual ha sido la evolución de la arqueología virtual?

Durante mucho tiempo, los grupos de trabajo arqueológico que elaboraban una reconstrucción tradicional, normalmente pictórica, contaban con el trabajo de un artista al que daban una serie de directrices sobre cómo creían que era tal yacimiento o edificio y éste les ofrecía una serie de bocetos más o menos imaginativos que los arqueólogos, como el testigo que recuerda la cara de un delincuente a la hora de hacer una reconstrucción facial en comisaría, debían ajustar a lo que ellos entendían sobre el Pasado investigado. 

Las reconstrucciones virtuales, sin embargo, son algo distinto: no se construye un modelo "artístico" y aproximado sino que se busca la precisión a ultranza y el trabajo ya no está hecho por artistas sino por arquitectos o diseñadores gráficos (está bien, estos últimos sí son artistas). Así mismo, el proceso de reconstrucción no es puntual e inamovible sino que está, durante toda la investigación arqueológica, en continuo desarrollo. Las posibilidades de ser históricamente correctos se incrementan de esta forma notablemente pero también, no lo olvidemos, las de perder la capacidad de sugestión y quedarse en una fría y precisa reconstrucción que no muestra realmente el pasado sino una abstracción arquitectónica y perfecta del mismo

El salto cualitativo y cuantitativo llega de la mano de la arqueología virtual. Esta adopta y mejora las reconstrucciones virtuales, que pasan a formar parte de ella, pero, por otro lado, es mucho más que eso. La arqueología virtual es la plena integración de los medios tecnológicos en el estudio arqueológico. Ahora los trabajos de virtualización están realizados no solo por arquitectos o diseñadores gráficos (y cada vez menos estos últimos) sino también por programadores, topógrafos -muy conocedores de técnicas de registro geométrico del terreno- y, sobre todo, por arqueólogos. Las reconstrucciones virtuales ya no son, ni mucho menos, aquellas imágenes de carácter fundamentalmente artístico que se llevaban a cabo antes de la era digital pero tampoco son -o no deberían ser- las desnudas reconstrucciones virtuales de hace unos años, privadas de cualquier atisbo de naturalismo. La propia arqueología virtual cuenta con otros medios, más allá del de la realización de reconstrucciones, para enriquecerlas: el uso cada vez más extendido y accesible de escáner láser y fotogrametría para la correcta documentación; las posibilidades del pdf 3D para la presentación de datos escalados donde se pueden tomar medidas, presentar diferentes secciones y vistas de las estructuras documentadas, etc.; las puertas a una divulgación cada vez más dinámica que abren las aplicaciones de realidad aumentada y los motores de juego; etc. Y esto por poner sólo unos ejemplos. 

Reconstrucción virtual de una bomba de agua islámica. Muchas veces se olvida pero las reconstrucciones virtuales no sólo atañen a la arquitectura.


La rápida evolución de la disciplina, sin embargo, hace que mucha gente crea que todavía nos encontramos únicamente en la fase de las reconstrucciones virtuales o, incluso, ¡en la de las reconstrucciones artísticas! Cuesta todavía hacer comprender que la arqueología virtual puede aportar a la Arqueología tanto como la arqueología del paisaje, la arqueología de la arquitectura, o la geoarqueología. Todas ellas son ramas de la "ciencia" más multidisciplinar que existe y creo que todas merecen el reconocimiento de sus aportes. 

Otra de las aplicaciones de la arqueología virtual, en este caso al estudio antropológico de restos humanos.


Tengamos en cuenta que, a principios del siglo XX, sobre todo en el mundo de la Arqueología Clásica, los que recogían pedazos de carbón o pequeños huesecillos también eran considerados como frikis: su tarea era demasiado extraña, minoritaria o cara, como para darle una posibilidad en el mundo de la Arqueología. Hoy en día nadie duda de la importancia arqueológica de recoger muestras carpológicas, por ejemplo. Estoy seguro de que ese es el camino que va a recorrer la arqueología virtual y que su reconocimiento irá in crescendo -quizás de modo alarmante- durante los próximos años

Siendo así, y viendo la que se nos viene encima, quiero recordar que la arqueología virtual sólo es eso: una rama de la Arqueología que debe ayudarnos a crear conocimiento histórico y no distraernos de ese fin. La Historia siempre por delante.


miércoles, 3 de abril de 2013

21. Desde el 3D, contra el 3D.

Acosado día tras día por noticias de congresos, cursos, aplicaciones y usos del 3D en relación con la Arqueología, quizás es el momento de sostener fuertemente los estribos de este caballo desbocado. Obviamente, sería una insensatez bajarse del animal y pegarle un tiro en la sien por correr demasiado. Controlarlo basta y sobra, pero hay que saber cómo.

Alguien parece haberme leído la mente -¡hace unos meses!- y ayer llegó a mis manos un artículo titulado "La grande illusione" que pone los puntos sobre las íes en la vorágine de la Arqueología Virtual (artículo del que recomiendo leerse hasta las etiquetas del champú... y, también, los comentarios).

¿Puede presentarse esta imagen como resultado de algo? Sí, quizás como ejemplo de resultado técnico pero en ningún caso de resultado arqueológico. Hace falta profundizar: ¿Porqué ese tipo de hojas de acanto? ¿Cual es el estado efectivo de conservación de la pieza observable en el modelo? ¿Qué métodos de reconstrucción pueden aplicarse? Etc.


¿Nos está llevando al desastre la fe en las nuevas tecnologías como barco con el que navegar, entre excavación y excavación, a través del mundo de la arqueología? Si es fe ciega, os aseguro que sí. Debemos entender que el escáner láser o la fotogrametría son sólo herramientas para poder capturar el ínfimo porcentaje del pasado que ha llegado hasta nosotros con la mayor precisión posible; esta es una forma de guardarse las espaldas: así sabremos que, al menos al inicio de nuestra investigación, estamos cometiendo pocos fallos. Dicho esto, el posterior estudio debe ser histórico, arqueológico o histórico artístico, siempre de forma crítica y llenándonos de preguntas, trabajando con hipótesis más o menos susceptibles de ser ciertas y dando lugar, finalmente, a la construcción histórica: ¿Qué ocurrió en ese espacio y cuándo?

Probablemente la investigación se perpetúe durante años y vayan surgiendo distintos caminos que hay que recorrer pero, mientras tanto, y siempre que tengamos indicios sólidos, podemos recurrir a las reconstrucciones 3D y aplicaciones virtuales pero debemos hacerlo como arqueólogos, no como arquitectos. Nuestro deber no es diseñar edificios y ambientes ideales sino recrear, con el máximo de precisión posible (y hablo de precisión más histórica que métrica) mundos del pasado que jamás podremos visitar. No nos engañemos: la Arqueología nunca llegará a ser perfecta y siempre trabajaremos sobre posibilidades o medias certezas. Creo que es un error frecuente, sin embargo, presentar escuetas reconstrucciones, desprovistas de cualquier espíritu, con la escusa de no mojarse. Los arqueólogos nos tenemos que mojar, y mucho.

¿Cual es el alcance de la utilidad de una reconstrucción de este tipo? ¿Nos trasmite realmente el ambiente histórico que rodeó al templo? Este tipo de recreaciones, tan extrañas y ajenas a la realidad, se pueden volver contra nosotros al generar más rechazo que atracción.


Existe, sin embargo, como bien se dice en el artículo italiano mencionado anteriormente, un "espejismo" que lleva a creer que una vez hecha la reconstrucción 3D está hecha la Historia. Y cuanto antes mejor. Se dan así saltos de la recogida tridimensional de datos a la presentación de resultados que llevan a más de un tropiezo. Creemos entonces, ignorantes, que disponer del modelo 3D de un objeto o edificio arqueológico es conocerlo, saber su Historia. En estos casos, los trabajos de Arqueología Virtual se vuelven contra nosotros: nos dejamos llevar por un camino de espejismos sin darnos cuenta de que, realmente, poco hemos andado.

Recupero aquí las palabras de Giuliano De Felice, investigador del Laboratorio Digitale della Università di Foglia (Italia):

"En definitiva, también la arqueología virtual, potencialmente llena de novedad y modernidad, y poseedora de un indudable atractivo, tiene el riesgo de no ser aprovechada plenamente para crear desarrollo, ni cultural ni tampoco ocupacional: la capacidad de nuestros licenciados para imaginar, construir historias y describir mundos de conocimiento complejos, sigue inutilizada mientras los grandes medios siguen proponiendo una Roma de mármol, un Medievo oscuro y otros estereotipos, dejando pasar de lado tanto la calidad científica de sus contenidos como la fascinación por nuestro patrimonio."

Quizás no está todo perdido. Quizás podemos seguir creyendo en la imaginación y capacidad de las nuevas generaciones. Creo que debemos confiar más, a la hora de exponer los resultados, en una capacidad narrativa que poco a poco hemos ido dejando de lado quizás arrastrados por un excesivo cientifismo y es necesario retomar cierto espíritu literario, sin abandonar nunca la veracidad. Aquí tenéis un ejemplo que, aunque con muchas cosas mejorables, es sin embargo original:



Cuidado con las fantásticas ventajas del 3D y la virtualización, que existen y son muchas, pero son armas que pueden volverse contra nosotros.