lunes, 24 de diciembre de 2012

lunes, diciembre 24, 2012 - , No comments

7. Empezando a modelar: el mazo del [...]

Aunque todavía siguen en curso las tareas de documentación, de investigación histórica y arqueológica, no he podido resistirme a comenzar a dar vida a los elementos que compondrán la recreación virtual. Para ello he querido comenzar con algo muy sencillo: el mazo o mall [...¿para qué se utilizará un mazo en un horno? pronto se desvelará...]

Sencilla recreación del mall del calero a partir de unas fotografías antiguas.


Las recreaciones virtuales precisan también de una documentación: ¡No consiste en inventar de forma desenfrenada!, cada detalle debe ser históricamente correcto. Es la "rigurosidad histórica" de la que nos habla la Carta de Sevilla sobre los Principios Internacionales de Arqueología Virtual

"La rigurosidad histórica de cualquier visualización asistida por ordenador del pasado dependerá tanto de la rigurosidad con la que se haya realizado la investigación arqueológica previa como de la rigurosidad con la que se use esa información para la creación del modelo virtual."

[...Esta parte se ha quemado, estamos intentando reconstruirla...] me he basado en bibliografía especializada sobre el trabajo de... [...de nuevo: fuego.]

Herramientas preindustriales que quizás se usaron en el horno. Collegi Oficial d'Aparelladors i Arquitectes Tècnics de Barcelona.

[...] Es aquí donde se encuentra la imagen del mall que he usado para realizar esta reconstrucción. 

He utilizado el programa Blender en su versión 2.63 y sobre la imagen del mall he modelado la pieza. Al ser una imagen en blanco y negro, las texturas las he obtenido de la red de redes y son meramente orientativas. 

Modelado del mall sobre la imagen etnográfica del tipo de martillo usado por los caleros.

Este modelo se puede exportar posteriormente como .obj e incluirse en la recreación virtual del horno de cal, pero eso ya es otra historia....





viernes, 21 de diciembre de 2012

viernes, diciembre 21, 2012 - No comments

6. ¿Qué dijeron los autores clásicos sobre los hornos de [...]?

Una vez comprendido que lo más probable es que el horno de Montesa sea [...parte cautelarmente oculta, estad atentos, se desvelará...] es sensato echar un vistazo a lo que los autores griegos y romanos decían de... [...]

"¡Pero si no sabes si es un horno romano o de cuándo demonios es!", me gritaréis con fuerza desde delante de vuestro PC. Y tenéis toda la razón. Sin embargo, hay una cosa sí sabemos: el horno debe ser anterior a la Baja Edad Media (siglos XIII-XV), pues se han encontrado restos cerámicos de esa época -¡cacharros rotos!- en uno de los niveles de abandono del interior del horno. La ausencia de textos sobre este tipo de hornos en la Edad Media -¡aunque igual me encuentro con alguno, quién sabe!-, hace que debamos recurrir a lo que quedó escrito sobre ellos en la Antigüedad, fundamentalmente por los romanos, a los que tanto nos gusta copiar.

[...aquí hay párrafos que he debido perder por el camino...]

Catón el Viejo nunca tuvo cara de buenos amigos...

Sin embargo, la información más completa e interesante sobre los hornos [...] nos la da Catón el Viejo. Os recomiendo que os imaginéis al carroza de Catón como le veis más arriba , mientras os espeta a dos palmos de la cara la siguiente parrafada:

"Debéis construir el dichoso horno con una anchura de X pies (unos diez metros) y una altura de XX pies (unos 6 metros), y así, poco a poco, reducir la anchura en la parte alta hasta dejarla en unos III pies. ¡Cof, cof, cof! ¡Por Júpiter y Jano, cof, atiéndame o me marcho con lo puesto! Si cocéis con una sola boca (puerta del horno) tendréis que hacer una gran cavidad ahí, sí, en el suelo arcilloso, que sea suficiente para contener las cenizas y que no se las deba sacar durante la cocción, y ¡por los Doce Dioses! ¡Cof, cof! construid con mucho cuidado el horno de forma que el fondo, excavado en el suelo, os ocupe la mayor extensión de la cámara. (...)  Y no os olvidéis nunca, cof, tened cuidado, infame provinciano, de que el fuego no se apague nunca, ¡ni de día ni de noche! ¡Cof, cof! Cargad siempre el horno con [...interferencias...] Que las paredes de vuestro horno sean verticales, por los Dioses, e intentad que los vientos no toquen jamás las entrañas de vuestro horno. Y, si sois tan patoso como para hacer el horno con agujeros por aquí y !Cof, cof!, por allá, procurad cubrirlos con malta antes de que se os desastre la producción y sólo consigáis perder el tiempo, ¡que las llamas y el humo sólo vean la luz de Helios por el orificio superior! Chico, anda, cógete esa tegula y apunta, cof, cof, ejem... : cuando las piedras de arriba estén cocidas, todo el conjunto lo estará, y las piedras de abajo se derrumbarán, saliendo menos humo por arriba. A ver si todo esto os sirve de algo, maldición..."

Obviamente, mi "traducción" es libre no, lo siguiente. Exigencias del guión, digamos. Pero no os llevéis las manos a la cabeza: la información, en esencia, está bien recogida -¡no se os ocurra, eso sí, copiarla en ningún lado ni usarla como buena, que os conozco!-.

Por último: ¡Ojo! Debemos tener mucho cuidado a la hora de interpretar la información extraída de los autores clásicos: leer diferentes traducciones y, si es posible, intentar traducir -¡o engañar a algún amigo más listo que tú para que lo haga!- el texto original en latín o griego. ¡Si no, es muy probable que estemos metiendo la pata hasta el fondo!

P.D.: Aquí tenéis... [...estaba el texto original de Catón pero he tenido que quitarlo para no desvelar más de la cuenta...]

miércoles, 19 de diciembre de 2012

miércoles, diciembre 19, 2012 - , 2 comments

5. Primer gran paso en la investigación: ¿Qué se cocía en el horno?

Tengo que reconocer que todo era bastante desesperanzador: "Es un horno muy extraño y está en pésimo estado de conservación, es casi imposible que encuentres paralelos", decían unos; "Tenemos que esperar a las pruebas de radiocarbono para datar la estructura. Hasta entonces: nada.", decían otros. Ante este panorama, ¿cómo continuar investigando? ¿Debía quedarme sentado a verlas venir, como quien dice?

Era hora de aplicar un método made in me que en otras ocasiones ya me había dado resultado. ¡Apuntad! Consiste en dar vueltas por la red de redes, buscando noticias, textos, artículos, libros, etc., en los que ir revisando cientos de imágenes que puedan interesarte. ¿En qué formatos? En .html, .pdf, .doc, .loquetesalgadeahímismo,... La cuestión es liarte la manta a la cabeza y ver cuantas más, mejor. Es clave intentar observar sólo las imágenes y los titulares "más gordos": posteriormente, eso nos ahorrará mucho tiempo y nos permitirá discriminar entre qué leer y qué no. En realidad, se trata de otra de las muchas cosas que le debo a la carrera de Historia del Arte, a lo largo de la cual he tenido que trabajar continuamente con imágenes y, te pongas como te pongas, la jodida te pone una pistola en la cabeza para que desarrolles ampliamente la capacidad de observar diferencias y similitudes gráficas entre ejemplos muy similares.

Pues bien, ahí me teníais, una tarde de resaca post despedida de soltero (¡No, no! ¡No me habléis de bodas! ¡Es que se iba por siempre mi compañero de piso que, técnicamente, estaba soltero!), dando vueltas a golpe de clic por Google: "hornos romanos", "horno antiguo", "hornos de cerámica medievales", "horno edad media cerámica", "forn romà"...

Un horno hallado hace poco en Moixent que es sorprendentemente parecido al de Montesa...

¡Y zas! Tras ver montones de imágenes de hornos de todo tipo y época, comencé a percatarme de...  [...Esta parte del texto está oculta, de momento...]  

Jaume Coll consideró que lo que proponía era "lo más lógico" y, además, me dio una lista de detalles sobre mi horno que le cuadraban mucho más con esta interpretación:

Lo que todavía no podemos decir es si es un horno íbero, romano o del siglo XVIII -para ello hace falta continuar más profundamente con la investigación y esperar a los análisis de carbono 14 que puedan datar los restos de carbón recogidos-. Pero lo que sí creo que puedo decir, a día de hoy, es que he descubierto que [...de nuevo, tengo que guardar silencio en este sentido...]



Imágenes: El forn de Moixent


domingo, 16 de diciembre de 2012

domingo, diciembre 16, 2012 - , No comments

4. La línea de ferrocarril del s. XIX

No sabemos, todavía, en qué época se construyó el horno pero sí podemos acercarnos a muchas de las vidas que tuvo a lo largo de la Historia hasta quedar completamente enterrado por el tiempo. Una de ellas tuvo lugar allá por el siglo XIX, en un País Valencià que daba sus primeros pasos en la incipiente industrialización, pero que aún estaba basado plenamente en la agricultura -¿turismo? ¿qué es el turismo?- y carente de ningún sistema de infraestructuras de comunicación.

Locomotora llegando a la estación de Valencia. Fotografía de la primera mitad del s. XX.


El 1 de Noviembre de 1858 se inauguraba, en blanco y negro, el tramo de ferrocarril entre Alcudia de Crespins y Moixent que formaría parte del gran proyecto para hacer llegar las primeras locomotoras "de la Corte al Mediterráneo". ¡Qué empaque tenían las expresiones ochocentescas! Pero no nos imaginemos los trenes llenos de turistas madrileños: todavía faltaban varias décadas para que eso del veraneo se pusiera de moda. Eran felices sin Georgie Dann. La idea era unir el pujante puerto del Grau de Valencia con las tierras del interior e incentivar así el comercio valenciano.

¿Qué pinta en todo esto el horno de Montesa? Pues bien, según ha sugerido la excavación arqueológica, durante el siglo XIX se levantó una suerte de caseta o cobertizo aprovechando las ruinas del antiguo horno. ¿Cómo lo sabemos? Pues porque quien fuera que hiciera aquello se dejó por allí cachos de platos, ollas y vasos, que se han podido datar. Vamos, parece se dieron más de una comida -decir festín sería faltar a la verdad-, y que se les rompió parte de la pobre vajilla o que la tiraron directamente, quién sabe. Los arqueólogos Fernando Cotino y María Clausi relacionaron de forma inteligente este cobertizo con las obras ferroviarias inauguradas en 1858. ¿Fue quizás una caseta donde guardar las carretillas, las palas y demás?

A la hora de realizar el estudio del horno, que sus ruinas fueran usadas en el proceso de construcción de una vía de tren del siglo XIX es verdaderamente interesante y nos puede ayudar a entender mejor la vida de estos trabajadores. Aquí os dejo algunas fotos de los que también serán protagonistas de este proyecto: obreros de pelo en pecho, constructores de vías que en muchos casos trabajaban ayudados por sus chiquejos. Eran otros tiempos. Las herramientas que se observan en estas fotos -pese a que se trata de negativos tomados durante la II República- nos pueden servir a la hora de realizar la recreación virtual del horno en el siglo XIX, ya que esta tecnología no cambió en 70 años.

Picos, sierras, carretillas... ¡Cuánta información hay en esta foto!

De sol a sol. 


Imágenes y más información: Foro Gefrema; Ferrocarriles de España (1) y (2).


jueves, 13 de diciembre de 2012

jueves, diciembre 13, 2012 - No comments

3. Hablando con Jaume Coll.

Es muy importante que tengamos en cuenta una cosa desde el principio: la tecnología y sus métodos son sólo una herramienta y no un fin. El objetivo de nuestra investigación debe ser arqueológico: proporcionar conocimientos históricos a partir de los restos materiales que salen a la luz mediante una minuciosa excavación.

La excavación arqueológica en Montesa (Valencia) fue llevada a cabo entre enero y junio de 2012 ante el inminente paso del AVE por el valle del río Canyoles. El equipo de Global Mediterránea se ocupó con dedicación de la correcta documentación in situ de los materiales y las estructuras -entre las que se encuentra el horno que estoy estudiando-. 

Dibujo "digital" de los restos del horno de Quintaret. Vista norte-sur desde una posición elevada.

Siendo así, el siguiente paso que me toca dar a mí es el de la documentación e investigación histórico-arqueológica de este horno, estudiando su tipología, sus paralelos, las distintas posibilidades de datación, etc.

Esta gran estructura de cocción se presupone romana, pero la falta de material cerámico en los estratos que podrían haber datado su fecha de construcción y uso hace que sea imposible saberlo con seguridad -al menos antes de tener los resultados de las pruebas de datación del carbón presente en la base del mismo-. ¿Cómo se mete mano a algo como esto? Necesitaba algún sitio por donde empezar.

Entre email y email, la doctora Oreto me indicó el punto de partida: un artículo sobre las tipologías de hornos de la Comunidad Valenciana escrito por el Dr. Jaume Coll, director del Museo Nacional de Cerámica. Por suerte, este "león" de la Arqueología nos daba clase aquellos días en el Máster, así que acudí a él directamente.

El Dr. Jaume Coll en la excavación que dirige en Manises, centro cerámico donde los haya. 


Jaume Coll es una biblioteca andante. Desde los detalles de la cerámica estannífera andalusí a la tipología de los hornos dragón de la China Ming, da la impresión de que todo el conocimiento que está hecho de arcilla se encuentra dentro de la cabeza de este gran investigador. Con una humildad y una presteza inusitadas para gente de este caché, se prestó rápidamente a ayudarme y a darme su sincera opinión sobre aquel horno que le estaba presentando en la pantalla de mi portátil. 

"Si es un horno romano, es un horno muy extraño. Los hornos romanos generalmente no se alimentan en vertical, sino en horizontal, encontrándose la puerta de la caldera en la base de la misma." Como una metralleta, comenzó a darme datos e indicaciones sobre las posibilidades que rodeaban los restos que yo le presentaba. "¿Cuatro metros? Es un horno inmenso, no puede ser que la parrilla se apoye directamente sobre ese saliente ¿Sin pilares de sujeción ni nada? Eso no puede ser, se vendría abajo." Me habló de que quizás existieran algunos arcos de ladrillo y que estos, probablemente, fueran desmantelados para usar aquellos materiales en otra parte; del pésimo estado de conservación en el que se encontraban los restos; de la dificultad para encontrar paralelos fiables... En definitiva, según él "puede ser un horno desde tardoantiguo a dieciochesco; es un modelo que se ha mantenido a lo largo del tiempo". 

¿Cómo descubriremos a qué época pertenece realmente? ¿Nos aportarán datos concluyentes los análisis del material orgánico calcinado que se encontró en la base del horno?


Imágenes| Manises Online


jueves, diciembre 13, 2012 - 1 comment

2. Objetivo (¡Lo más importante!)

A la hora de llevar a cabo cualquier trabajo, lo más importante -como digo, efusivamente, en el título de esta página- es plantearse unos claros objetivos. No se puede ir a ciegas "a ver qué pasa": estarías malgastando un tiempo y un dinero preciosos. Si no tienes un objetivo, mejor vete de copas.

¿Cuáles son mis objetivos?, os preguntaréis. Pues ni yo mismo lo sabía (así que me fui de copas) hasta que tuve la reunión con el personal de Global Mediterránea -empresa a la que dedicaré otra página más adelante-. Acompañado de la doctora Oreto García Puchol, que afortunadamente me dirige el TFM (Trabajo de Fin de Máster, para los vagos que no hayan leído la página anterior), entré en una sala totalmente empapelada por pósteres pompeyanos y salí con un horno bajo el brazo. Más o menos.



La verdad es que, desde antes de lo de las copas, ya tenía una una idea más o menos definida: demostrar las posibilidades de los métodos y técnicas de la Arqueología Virtual, pues creo que ese es uno de los caminos de nuestra disciplina en el futuro. Necesitaba, pese a todo, algo en lo que enfocar estos métodos y técnicas, un "sujeto" con el que experimentar. Ahí lo tenía: el horno.

He podido, así, definir más claramente mi objetivo: realizar un estudio arqueológico sobre el horno de Quintaret sirviéndome de distintas fuentes de datos (inventario de UEs*, informes de la excavación, materiales recogidos, fotografías, ortofotos, escaneados láser en 3D) para explicar de forma clara y visual qué fue ese horno, dónde se encuentra, cuándo fue construido-destruido-reutilizado, por qué nos le encontramos hoy en día de esta manera, cómo se utilizaba, y un largo etcétera. Todo ello se conseguirá con el apoyo de modelos y reconstrucciones tridimensionales que permitan un acercamiento más sencillo, intuitivo y comprensible a esta estructura del pasado.

Buf. Ha sido como un parto. ¡Tener claro tu objetivo es tener la mitad del trabajo hecho! Ahora, a por más...

*¿Qué carajo son las UEs? Son las Unidades Estratigráficas, es decir: llueve un día y se te llena el patio de barro, el jodido gato del vecino tira la maceta desde la repisa de la ventana y al del quinto se le cae el nórdico que tendió pa' secar. ¿Qué tenemos ahí? Pues aparte de un señor estropicio, tres UEs: el barro de lluvia (1), los restos y la tierra de la maceta (2) y el nórdico sobre ello (3). Un, dos, tres. Tres acciones que han dejado huella en el registro estratigráfico.

jueves, diciembre 13, 2012 - 2 comments

1. Desde las entrañas de la tierra...

¿Cómo se crea el conocimiento arqueológico? ¿Quién es el listillo que dice "eso es un derrumbe de unas letrinas" o "allí se apoyó Napoleón"? Este blog pretende ser una mirilla a través de la cual echar un vistazo al funcionamiento de una investigación arqueológica, observar la trastienda de aquellas noticias que día a día salen en la prensa con mayor o menor fortuna y asistir a los bajos fondos en los que nos movemos los personajes de libreta y paletín que somos los arqueólogos.

Iré detallando -sin dar muchos detalles, por aquello de la exclusividad de datos no publicados- cada paso en mi investigación sobre el horno encontrado en un yacimiento de las inmediaciones de Montesa (Valencia). Fuego, hornos, arquitectura, personajes romanos dándose palos con los medievales, cerámicas varias, trabajo con escaneados 3D, posibles reconstrucciones, virtualización y cyberarqueología... todo esto se desarrollará aquí.

Sed bienvenidos. ¡Y a picar!

Mi mesa de trabajo en este mismo instante. Que no falte la cafeína.