viernes, diciembre 21, 2012 -
Documentación
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6. ¿Qué dijeron los autores clásicos sobre los hornos de [...]?
Una vez comprendido que lo más probable es que el horno de Montesa sea [...parte cautelarmente oculta, estad atentos, se desvelará...] es sensato echar un vistazo a lo que los autores griegos y romanos decían de... [...]
"¡Pero si no sabes si es un horno romano o de cuándo demonios es!", me gritaréis con fuerza desde delante de vuestro PC. Y tenéis toda la razón. Sin embargo, hay una cosa sí sabemos: el horno debe ser anterior a la Baja Edad Media (siglos XIII-XV), pues se han encontrado restos cerámicos de esa época -¡cacharros rotos!- en uno de los niveles de abandono del interior del horno. La ausencia de textos sobre este tipo de hornos en la Edad Media -¡aunque igual me encuentro con alguno, quién sabe!-, hace que debamos recurrir a lo que quedó escrito sobre ellos en la Antigüedad, fundamentalmente por los romanos, a los que tanto nos gusta copiar.
[...aquí hay párrafos que he debido perder por el camino...]
Sin embargo, la información más completa e interesante sobre los hornos [...] nos la da Catón el Viejo. Os recomiendo que os imaginéis al carroza de Catón como le veis más arriba , mientras os espeta a dos palmos de la cara la siguiente parrafada:
Obviamente, mi "traducción" es libre no, lo siguiente. Exigencias del guión, digamos. Pero no os llevéis las manos a la cabeza: la información, en esencia, está bien recogida -¡no se os ocurra, eso sí, copiarla en ningún lado ni usarla como buena, que os conozco!-.
Por último: ¡Ojo! Debemos tener mucho cuidado a la hora de interpretar la información extraída de los autores clásicos: leer diferentes traducciones y, si es posible, intentar traducir -¡o engañar a algún amigo más listo que tú para que lo haga!- el texto original en latín o griego. ¡Si no, es muy probable que estemos metiendo la pata hasta el fondo!
P.D.: Aquí tenéis... [...estaba el texto original de Catón pero he tenido que quitarlo para no desvelar más de la cuenta...]
[...aquí hay párrafos que he debido perder por el camino...]
Catón el Viejo nunca tuvo cara de buenos amigos... |
Sin embargo, la información más completa e interesante sobre los hornos [...] nos la da Catón el Viejo. Os recomiendo que os imaginéis al carroza de Catón como le veis más arriba , mientras os espeta a dos palmos de la cara la siguiente parrafada:
"Debéis construir el dichoso horno con una anchura de X pies (unos diez metros) y una altura de XX pies (unos 6 metros), y así, poco a poco, reducir la anchura en la parte alta hasta dejarla en unos III pies. ¡Cof, cof, cof! ¡Por Júpiter y Jano, cof, atiéndame o me marcho con lo puesto! Si cocéis con una sola boca (puerta del horno) tendréis que hacer una gran cavidad ahí, sí, en el suelo arcilloso, que sea suficiente para contener las cenizas y que no se las deba sacar durante la cocción, y ¡por los Doce Dioses! ¡Cof, cof! construid con mucho cuidado el horno de forma que el fondo, excavado en el suelo, os ocupe la mayor extensión de la cámara. (...) Y no os olvidéis nunca, cof, tened cuidado, infame provinciano, de que el fuego no se apague nunca, ¡ni de día ni de noche! ¡Cof, cof! Cargad siempre el horno con [...interferencias...] Que las paredes de vuestro horno sean verticales, por los Dioses, e intentad que los vientos no toquen jamás las entrañas de vuestro horno. Y, si sois tan patoso como para hacer el horno con agujeros por aquí y !Cof, cof!, por allá, procurad cubrirlos con malta antes de que se os desastre la producción y sólo consigáis perder el tiempo, ¡que las llamas y el humo sólo vean la luz de Helios por el orificio superior! Chico, anda, cógete esa tegula y apunta, cof, cof, ejem... : cuando las piedras de arriba estén cocidas, todo el conjunto lo estará, y las piedras de abajo se derrumbarán, saliendo menos humo por arriba. A ver si todo esto os sirve de algo, maldición..."
Obviamente, mi "traducción" es libre no, lo siguiente. Exigencias del guión, digamos. Pero no os llevéis las manos a la cabeza: la información, en esencia, está bien recogida -¡no se os ocurra, eso sí, copiarla en ningún lado ni usarla como buena, que os conozco!-.
Por último: ¡Ojo! Debemos tener mucho cuidado a la hora de interpretar la información extraída de los autores clásicos: leer diferentes traducciones y, si es posible, intentar traducir -¡o engañar a algún amigo más listo que tú para que lo haga!- el texto original en latín o griego. ¡Si no, es muy probable que estemos metiendo la pata hasta el fondo!
P.D.: Aquí tenéis... [...estaba el texto original de Catón pero he tenido que quitarlo para no desvelar más de la cuenta...]
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