jueves, 13 de diciembre de 2012

jueves, diciembre 13, 2012 - No comments

3. Hablando con Jaume Coll.

Es muy importante que tengamos en cuenta una cosa desde el principio: la tecnología y sus métodos son sólo una herramienta y no un fin. El objetivo de nuestra investigación debe ser arqueológico: proporcionar conocimientos históricos a partir de los restos materiales que salen a la luz mediante una minuciosa excavación.

La excavación arqueológica en Montesa (Valencia) fue llevada a cabo entre enero y junio de 2012 ante el inminente paso del AVE por el valle del río Canyoles. El equipo de Global Mediterránea se ocupó con dedicación de la correcta documentación in situ de los materiales y las estructuras -entre las que se encuentra el horno que estoy estudiando-. 

Dibujo "digital" de los restos del horno de Quintaret. Vista norte-sur desde una posición elevada.

Siendo así, el siguiente paso que me toca dar a mí es el de la documentación e investigación histórico-arqueológica de este horno, estudiando su tipología, sus paralelos, las distintas posibilidades de datación, etc.

Esta gran estructura de cocción se presupone romana, pero la falta de material cerámico en los estratos que podrían haber datado su fecha de construcción y uso hace que sea imposible saberlo con seguridad -al menos antes de tener los resultados de las pruebas de datación del carbón presente en la base del mismo-. ¿Cómo se mete mano a algo como esto? Necesitaba algún sitio por donde empezar.

Entre email y email, la doctora Oreto me indicó el punto de partida: un artículo sobre las tipologías de hornos de la Comunidad Valenciana escrito por el Dr. Jaume Coll, director del Museo Nacional de Cerámica. Por suerte, este "león" de la Arqueología nos daba clase aquellos días en el Máster, así que acudí a él directamente.

El Dr. Jaume Coll en la excavación que dirige en Manises, centro cerámico donde los haya. 


Jaume Coll es una biblioteca andante. Desde los detalles de la cerámica estannífera andalusí a la tipología de los hornos dragón de la China Ming, da la impresión de que todo el conocimiento que está hecho de arcilla se encuentra dentro de la cabeza de este gran investigador. Con una humildad y una presteza inusitadas para gente de este caché, se prestó rápidamente a ayudarme y a darme su sincera opinión sobre aquel horno que le estaba presentando en la pantalla de mi portátil. 

"Si es un horno romano, es un horno muy extraño. Los hornos romanos generalmente no se alimentan en vertical, sino en horizontal, encontrándose la puerta de la caldera en la base de la misma." Como una metralleta, comenzó a darme datos e indicaciones sobre las posibilidades que rodeaban los restos que yo le presentaba. "¿Cuatro metros? Es un horno inmenso, no puede ser que la parrilla se apoye directamente sobre ese saliente ¿Sin pilares de sujeción ni nada? Eso no puede ser, se vendría abajo." Me habló de que quizás existieran algunos arcos de ladrillo y que estos, probablemente, fueran desmantelados para usar aquellos materiales en otra parte; del pésimo estado de conservación en el que se encontraban los restos; de la dificultad para encontrar paralelos fiables... En definitiva, según él "puede ser un horno desde tardoantiguo a dieciochesco; es un modelo que se ha mantenido a lo largo del tiempo". 

¿Cómo descubriremos a qué época pertenece realmente? ¿Nos aportarán datos concluyentes los análisis del material orgánico calcinado que se encontró en la base del horno?


Imágenes| Manises Online


0 comentarios:

Publicar un comentario